El reconocidísimo actor británico Michael Caine recuerda cómo dejó desconcertado a su padre cuando le dijo por primera vez que quería ser actor, ya que era extraño para un hombre heterosexual dedicarse a la interpretación esos días.
"Mi padre era portero de un mercado de pescado, y cuando le dije que quería ser actor nunca dijo una palabra pero vi su cara y pensé: 'Cree que soy gay'.
El teatro en esos días era muy gay. Pero yo no lo era", declaró el intérprete a la revista Esquire.
Pese a haber dado vida en la gran pantalla a personajes rebosantes de carácter y personalidad, Caine (80) admite que de joven evitaba hablar con la gente que no conocía y hasta procuraba esconderse cada vez que alguien visitaba su domicilio.
"Yo era un niño muy tímido. Si algún extraño venía a casa me escondía tras las cortinas, y no salía hasta que se hubiera ido", recordó.
Sin embargo, poco a poco fue perdiendo esa timidez, hasta llegar a convertirse en un profesional de éxito que derrochaba seguridad en sí mismo; algo que él achaca a la manera y al lugar donde creció. No obstante partició en la última saga de "Batman", así como en "Inception" y "Los niños del hombre".
"Mis tres mayores logros, de los que no soy en absoluto responsable, son: haber nacido inglés y en Londres, y además, ser de barrio", concluyó el actor ganador de los premios Óscar, Globo de Oro y Bafta.
El Espectador
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