Con la aprobación hoy en el Senado argentino de la ley que autoriza el matrimonio homosexual, Argentina se convierte en el primer país de Latinoamérica que permite que se celebren bodas entre personas del mismo sexo en todo su territorio.
La nueva ley, aprobada con 33 votos a favor y 27 en contra, además de tres abstenciones, estuvo precedida de una tensa polémica que caló en la sociedad argentina y que enfrentó al Gobierno de Cristina Fernández, partidario de las bodas gay, con la oposición, que pide que se limite el reconocimiento legal a la unión civil, y la Iglesia católica.
Hasta el momento, sólo cuatro ciudades argentinas reconocían la unión civil entre parejas del mismo sexo, aunque desde diciembre se han celebrado 9 matrimonios homosexuales gracias a habilitaciones judiciales, aunque algunos fueron posteriormente anulados.
El primer antecedente a la norma debatida en el Senado fue la Ley de Unión Civil de la ciudad de Buenos Aires, promulgada en 2002.
En el contexto americano, Argentina se une a Canadá en la avanzadilla de países que reconocen los derechos civiles de lesbianas, gays, bisexuales y transgénero (LGBT), en un continente más reacio que Europa a la hora de conceder libertades sociales a estos colectivos.
Mientras que las parejas de gays y lesbianas ya pueden casarse en el territorio íntegro de países como Holanda, España, Bélgica, Sudáfrica, Noruega, Suecia y Portugal, en América, sólo las legislaciones de Canadá y Argentina ofrecen esta posibilidad.
Canadá legalizó las bodas gay en julio de 2005 y se convirtió en el cuarto país del mundo y el primero del continente americano en aprobar esta iniciativa, aunque los derechos relativos a la adopción, pensiones o beneficios sociales varían según la provincia.
En México, los matrimonios entre personas del mismo sexo son legales únicamente en el Distrito Federal, la capital, donde la ley entró en vigor el pasado 4 de marzo y además se aprobó la adopción.
La batalla en Estados Unidos no se libra a nivel nacional, sino en los estados, que en su mayoría cuentan con leyes que definen el matrimonio como la unión de un hombre y una mujer.
Otras naciones, como Colombia, no reconocen el derecho al matrimonio pero sí ofrecen garantías civiles, como el cobro de la pensión de jubilación en caso de viudedad.
En Perú, el asunto llega a la arena política por las propuestas del escritor Jaime Bayly y la iniciativa del contrato de patrimonio entre personas de mismo sexo del congresista Carlos Bruce.
Este legislador se ha mostrado a favor de los matrimonios del mismo sexo, pero reconoció en febrero pasado que el debate no será posible en años "debido a la hipocresía, desinformación, prejuicios, fobias y gente profundamente religiosa que no lo aprobaría".
El Nacional.com
jueves, 15 de julio de 2010
Argentina es el primer país latinoamericano en aprobar matrimonio gay
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