Jessica Simpson sigue luchando con su peso, aunque ha reconocido que no trabaja para tener el cuerpo de una supermodelo. Y es que desde que la artista quedó embarazada, acaparó las páginas de los medios debido a su sobrepeso.
Según publica el diario inglés Daily Mail, Simpson confesó que se dedicó a disfrutar su primer embarazo y que no se cohibió de ningún antojo.
Sin embargo, desde que tuvo a su hija Maxwell Drew en mayo pasado, la actriz y cantante se enfrenta cada día a la báscula, pues hace unos meses firmó un contrato con la marca Weight Watchers por de 4 millones de dólares para ser su portavoz y recuperar su figura.
"Yo sólo soy una mujer común y corriente que está tratando de sentirse bien y estar saludable para su hija, novio y ella misma", afirma la estadounidense que en una foto publicada por el sitio TMZ.com se ve que ha rebajado bastante, aunque está lejos de aquella chica que conquistó al público en "Los duques de Hazzard".
Tras dietas y mucho ejercicio con el entrenador Harley Pasternak, Jessica Simpson está lista para exhibir al mundo su cuerpo el próximo 10 de septiembre en el nuevo programa de "Katie Couric's, Katie", según la revista People.
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