miércoles, 2 de diciembre de 2009

Reportaje Especial: Confesiones de una guerrillera

Por los caminos enlodados de la jungla colombiana, serpenteando entre las piernas de los guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), va un enano contento haciendo bromas que él mismo celebra con estruendosas carcajadas.

Le dicen Rigo. No mide más de un metro, y es el hijo del fallecido comandante de las FARC, Manuel Marulanda Vélez, alias Tirofijo.

Su padre era el guerrillero más viejo del mundo; él quizás sea el más pequeño.

Lleva uniforme camuflado, un morralito a la espalda y una pequeña pistola Pietro Beretta al cinto. Los guerrilleros lo cuidan como si fuera un comandante porque es el hijo de su jefe supremo, el fundador de las FARC.No se atreven a alzarlo cuando en el camino se topan con un árbol caído, un obstáculo que ellos superan con brincos cortos, pero que Rigo debe remontar haciendo grandes esfuerzos mientras la cuadrilla espera nerviosa.Al terminar la jornada, el diminuto guerrillero llega al campamento cubierto de barro de los pies a la cabeza, pero siempre sonriente.

Estas y otras escenas de la vida de Rigo quizás nunca se hubieran conocido sino es por una guerrillera desertora de las FARC que las describe en un libro de reciente publicación, como una muestra más de ese mundo tan siniestro como surrealista de la guerrilla colombiana.

El libro Confesiones de una Guerrillera, publicado el mes pasado en Colombia por Editorial Planeta, relata las experiencias, casi todas amargas y muchas trágicas, de una rebelde de 36 años que fue reclutada a la fuerza por las FARC a los 18.

Su autora, Zenaida Rueda Calderón, quien fue operadora de radio de la guerrilla, se fugó en enero de este año junto a un ingeniero colombiano que estaba secuestrado bajo su custodia.

Con una contundente sencillez, pero con la mordacidad que le confiere el drama de haber perdido su juventud en la selva viendo morir acribillados por las balas y las bombas a sus compañeros, muchos de ellos campesinos de 13 y 15 años, también reclutados a la fuerza por las FARC, Rueda ofrece una rara oportunidad de conocer íntimamente el proceso de desplome militar y moral de esa organización bajo el asedio efectivo del ejército colombiano.

Y en medio de la tragedia, la ex guerrillera revela episodios que invitan a Hollywood a rodar una cinta antiépica, quizás fellinesca, de una de las agrupaciones guerrilleras más antiguas del mundo.

Rueda cuenta que nunca había visto un enano en su vida. En una de sus múltiples correrías militares por Colombia en el 2003, conoció a Rigo y le causó mucha gracia.

Rigo tenía entonces 23 años.

"Era muy inteligente, caminaba todo torcido, las piernas eran chuecas y el trasero grandísimo. Yo le decía que tenía puro culo de tonta y él se enojaba’’, escribió Rueda.

Según ella, Rigo tenía una misión muy importante para las FARC: traducir del inglés al español las comunicaciones de los pilotos de las aeronaves de espionaje y bombardeo que continuamente sobrevolaban campamentos y zonas de desplazamiento de las FARC.

Algunos de estos aviones son operados por contratistas estadounidenses del Plan Colombia o por pilotos colombianos que deben hablar en inglés para compartir sus comunicaciones con analistas norteamericanos.

Rigo había aprendido inglés en la selva con la profesora Tanja Nimeijer, una joven guerrillera holandesa cuyas aventuras en la organización armada también son conocidas. En un ataque sorpresivo a un campamento guerrillero en junio del 2007, un comando del ejército halló varios diarios suyos con anotaciones sobre la vida cotidiana de las FARC, incluyendo fuertes críticas a la organización y algunas disertaciones existencialistas de la autora.

Historia completa en: http://www.elnuevoherald.com/


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