"Caracas, no importa lo que pase, no importa lo que se diga, no importan los partidos políticos, ustedes siempre tendrán un lugar privilegiado en mi corazón"
Anoche Caracas conoció el paraíso. Luego de seis años, sin sentir a Alejandro Sanz, ayer en el estadio de fútbol de la Universidad Simón Bolívar, la capital se estremeció con su ronca voz.
Es que no es lo mismo decir que el tour Paraíso Express concluyó en tierras venezolanas, que sentir la forma en la que el español se entregó al público caraqueño. Ahora sí, Alejandro Sanz puede decir que Venezuela ya no le tiene el corazón partío. Anoche, se sacó la espinita que le generaba estar seis años lejos de los escenarios nacionales. Eran las 9:48 de la noche cuando el español salió a la tarima. Tan sólo le bastó gritar "¡Caaracaas!" para alborotar desde los corazones hasta las hormonas.
"Bellezuela, Bellezuela. Olvidarme de ti no quisiera", dijo para arrancar el concierto más esperado con Mi Peter Punk.
Gritos, gritos y más gritos generó. Las ganas, la emoción y esa sonrisota que nunca desapareció durante el concierto lo decían todo: el día había llegado, estaba en la Caracas que jamás quiso dejar de escucharlo. Estaba en la ciudad que lo espero seis años y estaba dispuesta a esperarlo mucho más si fuese necesario.
Vestido completamente de negro, con su guitarra blanca, Alejandro Sanz abrió los brazos y se dejó llenar por el público caraqueño. "Buenas noches Caracas. Aaaayyy. Qué suerte hemos tenido los que estamos en este escenario. Hemos podido terminar este tour aquí. No me pidan nada más, porque hoy estoy bien presumido. Esta noche es muy especial. Me estaba acordando en el camerino de El Principito. Y les digo que cada uno es responsable de sus rosas. Ustedes son responsables de sus rosas y nosotros de las nuestras. Sólo les puedo decir que esta noche va a ser del carajo. ¡Va por ustedes!, dijo y cantó Lo que fui es lo que soy.
Alejandro lo dejó todo. El concierto continúo con Desde cuando, Viviendo deprisa y Nuestro amor será leyenda.
"Nuestro amor es así Caaracaas, como una leyenda Caracas", dijo para inmediatamente soltar: "Ahora les voy a cantar una de las viejitas. Si les gusta, ustedes hacen lo qué quiera. Si no aplauden como en la ópera y ya. ¿Estamos?".
Luego de esa propuesta cantó su súper éxito Corazón Partío. Listo. Estaba arreglado... Su corazón y el de Caracas ya no estaban partíos. Como si sé tratará del amor que vuelve después de tanto tiempo, Alejandro Sanz regresó al país y se entregó... Se entregó sin miramientos, sin guardarse nada. Ni siquiera con temas románticos como Cuando nadie ve, podía ocultar su emoción. Con su voz al mejor estilo del flamenco coqueteó con sus fanáticos, quienes le entregaron literalmente una lluvia de banderas de Venezuela.
Él estaba feliz. Cuando no tenía una guitarra entre sus brazos, los abría para recibir el calor de los caraqueños. No dejaba de dedicarles temas. Incluso, dijo que la noche terminaría llorando por todas las emociones que tenía contenidas.
Hice llorar hasta los ángeles, Lola Soledad -tema que en Miami le dedicó a Venezuela, pero que ayer se las regaló a todos sus fanáticos y las mujeres valientes del mundo-, Quisiera ser -tema que cantó con Luis Fernando de Guaco- y Mala, fueron interpretados
"Yo había preparado dos o tres discursos buenísimos, pero se me han olvidado. Es que no lo puedo evitar, estoy tan feliz de estar aquí con vosotros. Aquí se acaba la gira. Han sido 12 meses, más de 90 conciertos. Regálenme algo", dijo mordiéndose los labios y sonriendo.
El calor comenzaba a sentirse. La explosión de emociones llegaría al interpretar No es lo mismo y Looking for Paradise.
"Caracas no importa lo que pase, no importa lo qué se diga, no importan los partidos políticos, ustedes siempre tendrán un lugar privilegiado en mi corazón", manifestó.
El concierto estaba apuntó de concluir. Las piezas elegidas para nunca olvidar fueron Tú no tienes la culpa y ¿Lo ves?. Seguiría con Tu letra podré acariciar, A la primera persona, Mi soledad y yo, Amiga mía, Y, ¿si fuera ella?
"Esto es un lujo poder cerrar la gira aquí, no podíamos haberlo diseñado de otra manera. Ustedes tienen un paraíso. ¡Vaya belleza de país! Como yo digo: Bellezuela. Gracias por tenerme aquí. Nos vemos en la próxima". La cuenta estaba saldada. Alejandro Sanz y Caracas ya no tenían ninguna deuda. Pero aquí siempre, cada día se le va a estar esperando... A él y a su paraíso.
El Universal.com
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