Después de una ausencia necesaria por el nacimiento de sus mellizos Emme Maribel Muñiz y Maximilian David Muñiz, la cantante boricua se despide de su faceta J.lo y le da la bienvenida a una Jeniffer López más madura, que tiene como prioridad su familia, que vuelve a imponer su estilo en el cine y que confiesa que la vida no es como en las comedia románticas.
Los padres, Guadalupe Rodriguez y David López nacieron en Puerto Rico aunque se conocieron en la ciudad de Nueva York, donde nació Jennifer Lopez, el 24 de Julio de 1969. Rodeada de un ambiente donde abundaba la típica música latina de la salsa o el merengue, Jennifer tomó clases de danza y música cuando apenas tenía cinco años. “Estaba en tercer grado cuando el rapero Delight me cambió la vida” recuerda Jen “pero cuando volvía a casa, mamá escuchaba a Celia Cruz, Tito Puente o Diana Ross”.
El baile le abrió las puertas del mundo del espectáculo, bailando para Janet Jackson (Jen aparece en el videoclip de ‘That’s The Way Love Goes’). La música también la convirtió en estrella de cine, cuando protagonizó la película de la cantante tejana ‘Selena’ Quintanilla Perez, lanzándola al mismo tiempo como cantante internacional, con un álbum que debutó con seis discos de platino.
En plena fiesta del estreno de ‘Selena’ llegó la primera propuesta de matrimonio, de su novio Ojani Noa, aunque la unión duró menos de un año. Entre 1999 y 2001 estuvo de novia con el músico Sean ‘P’ Diddy Combs y para cuando protagonizó con Matthew McCaonaughey ‘The Wedding Planner’, Jennifer ya había planeado su nueva boda, con el bailarín Cris Judd, el 29 de septiembre del 2001. Con un nuevo divorcio, llegó otro romance mucho más promocionado, con Ben Affleck, apareciendo incluso en el video musical ‘Jenny From the Block’, además del superfracaso de la película ‘Gigli’ que costó 55 millones de dólares pero recaudó menos de 6 millones.
Por suerte siguió insistiendo y apenas conoció a Marc Anthony, J.Lo trató de recuperar su verdadero nombre “Yo no soy J.Lo. Esa persona no es real”, declaró. “Ella significa la diversión que se tornó en locura y hasta quise nombrar uno de mis CDs ‘Call Me Jennifer’ para despedirme de J.Lo, pero terminé eligiendo la palabra ‘Renacimiento’ (‘Rebirth’) porque significa mucho más.”
Antes de conseguir el éxito profesional, ¿había pensado en algún “Plan B”, por si la música o la actuación no llegaban a funcionar tan bien como ahora?
No. Nunca tuve otro plan. En mi carrera no se puede dudar porque nuestro negocio es extremadamente brutal.
¿Y está orgullosa de todos sus trabajos o se arrepiente de alguno en particular?
Estoy orgullosa de muchos trabajos que tuve. Y trato de hacer lo mejor que puedo, siempre. Pero la película que más me enorgullece es ‘El Cantante’. Sé que no tuvo demasiado éxito comercial, pero sentí que fue el mejor rol de mi carrera. Tratar de producir una película que nadie quiere hacer no es para nada fácil. Pero la hicimos.
¿Cómo son los mellizos, a quién se parecen más? ¿Al padre, Marc Anthony, o la madre?
Es gracioso porque justo ayer estuvimos hablando de eso. Estaban comiendo en la sillita alta y con Marc los mirábamos cuando él me dijo,”Max se parece cada vez más a ti, cuando yo siempre creí que se parecía a mí.” Tienen características de los dos pero se ven completamente distintos.
¿Hablan en inglés o en español?
Los dos. Ellos saben los dos idiomas.
Por ser uno varón y la otra niña, ¿hay mucha diferencia?
Son muy diferentes. Ahí es donde te das cuenta de la diferencia que existe en el mundo entre el hombre y la mujer. Y es así desde el día que nacieron. La mentalidad es completamente diferente. Emme es mucho más cuidadosa y sentimental. Y Max es muy bravo y hace lo que sea, no le importa lo que pase. Ven el mundo de una forma diferente.
¿Es muy intensa la maternidad a los 40 años?
Bueno, bueno... Yo me imaginaba que iba a ser madre mucho más joven. Pero no sé, era demasiado egoísta, aunque eso cambia cuando se tiene un bebé. Antes me interesaba mucho más mi carrera y lo que quería hacer con mi vida. Para mí, llegó en el momento perfecto porque estaba bien preparada.
El Espectador
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