Londres.- Al igual que la promoción de la crisálida en mariposa, la transformación de Kate Middleton, que comenzó cuando se anunció su compromiso con el príncipe Guillermo hace varios meses, se está por completar con su boda el viernes en la abadía de Westminster.
La joven cuya naturalidad y buena apariencia encantó a la nación cuando entró en escena hace ocho años como novia de Guillermo está por ser reemplazada por una nueva versión más vistosa, más elegante y más ajustada a los requisitos reales.
En términos cinematográficos Middleton, de 29 años, está lista para el primer plano, después de un largo noviazgo con varios altibajos. En el proceso se ha proyectado como una mujer formidable que sabe exactamente en lo que se mete, con respeto indudable pero sin admiración desmedida por la familia real a la que está por incorporarse, y quizás revitalizar.
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