domingo, 25 de septiembre de 2011

Cuando escribí 'Por estas calles" lo hice pensando en la violencia, que ha ido empeorando"

Los personajes que Yordano describe en sus canciones, esos que caminan apresurados por calles de luna y sortean historias de amor, harán el camino ahora por las calles de Manhattan. Y es que el cantautor venezolano viajará a Nueva York en una semana para presentarse por primera vez, el 8 de octubre, en el Carnegie Hall.

"Es algo que todavía no me creo. ¡Imagínate!, ¡Nueva York! Es como un sueño hecho realidad. La sensación que te da cada concierto es como la de la primera cita con alguien que te gusta. Cada público es distinto. La química corporal es diferente y no estoy hablando nada más de la empatía con el público. Es un proceso orgánico", comenta el cantautor venezolano, quien confiesa que uno de sus temas alude a la "ciudad de los rascacielos", metrópoli a la que no logra imaginar con un género definido. Aunque si fuese mujer, apunta, "no podría ser una sola", sino "muchas mujeres".

Sea Caracas o Manhattan, Yordano tiene lo urbano metido en los huesos. "Quizás porque de ahí vengo, porque ahí empecé", dice.

"La primera canción que quise tocar en guitarra era de Los Beatles, pero era complicada. Así que me mudé a Bob Dyland. Me impresionó escucharlo por primera vez. No entendía nada de lo que decían sus letras, y sin embargo me gustaba como se oía. Agarraba una que otra palabrita, porque estudiaba inglés en el colegio, pero tuve que buscar un diccionario y empezar a traducirlas", cuenta Yordano, quien agrega que fue entonces cuando alguien le dijo que estaba interpretando música de protesta.
"Me parecía un término raro, como a medio camino, porque protesta es lo que hace un niño. Un adulto reflexiona, hace preguntas, hace un comentario social. ¿Hasta cuándo tienen que haber guerras? ¿Cuántas casas tienen que explotar para que a alguien le duela? De ese tipo de cosas se trata y, bueno, (John) Lennon y Bob Dyland hacían ese tipo de cosas que a mí me deslumbraba. Sí, ellos se transformaron como en mis hermanos mayores", comenta el autor de Perla negra, Bailando tan cerca y Chatarra de amor.

Pero sus gustos musicales iban mucho más allá. "A decir verdad yo le metía a todo", reflexiona. "Escuchaba boleros, que me parecían una cosa prohibida, muy sabrosa. Y ni siquiera era por mi padre, porque siempre había como un dejo del europeo que ve con cierta distancia la cosa arrabalera del caribeño. Pero cuando yo escuchaba los boleros de Orlando Contreras en la radio, las canciones de las rocolas, me parecía algo estupendo. En esas canciones había sexo, oscuridad, calle. Y me despertaban las hormonas, la sexualidad, que en la adolescencia es una cosa tremenda. Pero por otro lado estaban los Rolling Stones cantando cosas como Satisfaction. Era demasiado".
De ese combo con todo derivó entonces el estilo de éste venezolano nacido en Roma, pero con el Ávila resoplándole en cada poro. "Yo reconozco mis influencias. Y cuando eres joven hasta tratas de imitar a alguien. Eso no tiene nada de malo, ni es pecado, como mucha gente dice. Puedes imitar a quien quieras, porque al final, cuando logras imprimirle tu esencia, dejas tu huella digital en lo que sea que hayas hecho, una canción, una obra de teatro. Ya es tuya...".

Y es su ojo de cronista el que nutre las letras de las canciones. "Yo me nutro de lo que leo", dice el músico para explicar de dónde saca tanto material. Imágenes, frases propias o ajenas, y hasta los comentarios de esquina pueden servirle de inspiración. Cierra los ojos y evoca cuando, hace ya varios años, vio a una de sus hijas mayores en la fila de un supermercado. La niña era tan bella que pensó que tanta belleza golpeaba las pupilas. "'Tu belleza ofende', fue la frase que se me ocurrió y la guardé por ahí. Después la metí en una canción que no tiene nada que ver con la imagen que la generó".

También reconoce que a la hora de hacer música aplica algunos conceptos básicos que le enseñaron en la escuela de arquitectura. "Las canciones tienen estructura, armonía, equilibrio y esos son conceptos que se aplican a la música".

Pero no todas las historias de las canciones y el camino que toman son alegres. Uno de sus temas más famosos lo pone reflexivo. "La novela Por estas calles fue usada de alguna manera contra Carlos Andrés Pérez, y a los que participamos nos hicieron cómplices. En el libro La rebelión de los náufragos, de Mirtha Romero, se dibuja todo el panorama. Y yo hasta hoy sigo jurando que cuando escribí esa canción no lo hice pensando en nadie específicamente. Lo hice pensando en la violencia, que ha ido empeorando. Por eso siempre digo que cualquier parecido con la realidad era o es pura coincidencia".
El Universal

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