domingo, 15 de mayo de 2011

"No sabemos en que mundo está Gustavo pero está y escucha"

Lilian Clark, madre de Gustavo Cerati, dijo hoy que no sabe “si son 365 días o 365 años” los que se cumplen desde que el músico fue internado tras sufrir una accidente cerebrovascular en Venezuela.

"Cada uno de los días es una angustia nueva", confesó Clark durante una entrevista en el programa "Aire de noticias" de Radio Mitre, quien agradeció a los fans del músico el apoyo y el respeto que le brindan.Los seguidores del músico organizaron una reunión para realizar un homenaje al líder de Soda Stereo en la puerta de la clínica ALCA, ubicada en Vuelta de Obligado 3100, donde permanece internado desde el 24 de octubre.

La madre de Cerati pidió que tomen al dían como un festejo. “Es un día a un año de sentir peso en el alma”, aclaró. Los fans de Cerati también se reunirán hoy en el Planetario para enviarle buenas energías al músico, que sufrió un accidente cerebrovascular en la madrugada del 16 de mayo de 2010, después de cerrar el primer tramo de la gira de presentación del álbum "Fuerza Natural", en Caracas."Cada día estamos mis hijas, nietos, los hijos de Gustavo todos pegaditos a él porque sabemos que además de la ciencia, por la que esta muy bien atendido, necesita el afecto nuestro y muchísima fe", dijo Clark.

La mamá de Gustavo también destacó que al músico "se lo ve muy bien. "Está fuerte y muy bien cuidado, lo único que es un proceso difícil en el cual hay que tener paciencia y como siempre digo, fe". Además, aseguró que no saben en que mundo está Gustavo "pero está y escucha" y reiteró que él tiene respuestas físicas. "Como tocarme a mi la mano o cuando vienen artistas a verlo miramos los monitores y vemos como suben las pulsaciones, eso quiere decir que escucha", contó.

En este sentido, aseguró que estos síntomas les "dan esperanza, pero que los médicos son muy cautos. "Para nosotros hubo una evolución, creo que los médicos lo perciben pero saben que es un proceso largo y difícil", relató."Si lo ves está hermoso, tiene una carita fresca como de treinta años, cabello abundante.

A veces le digo: bueno Gustavito, dale, es el momento ya, abrí los ojitos y hablanos", relató la madre, quien contó que si está sentado y le ponen la guitarra en la mano "se retuerce porque se da cuenta". "A veces le digo Gustavito agarrá toda esa energía para vos y después si Dios quiere la vas a devolver en canciones nuevas", concluyó.

Fuente: Clarin.com

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