domingo, 28 de agosto de 2011

'Nunca voy al cine': Harrison Ford


La primera pregunta que surge al ver un título como Cowboys & Aliens, que se estrenó ayer en Colombia, es cómo lograron mezclar dos géneros tan apartados el uno del otro como el western y la ciencia ficción. Según su director, Jon Favreau, quien ha dirigido la franquicia Iron Man, fue un riesgo que querían tomar para hacer algo muy diferente, que no fuera sobre súper héroes o que no perteneciera a una saga. “Los westerns ya no hacen plata, el tiempo ya pasó. Las nuevas generaciones, que son las que hacen la taquilla, necesitaban un género popular como los extraterrestres, y de esa manera renovamos a los vaqueros”, sentencia. Producida por Steven Spielberg, esta película mezcla tradición con efectos especiales.

Y ahí están Harrison Ford, Olivia Wilde y el actual James Bond, Daniel Craig, entre los terrenos polvorosos de la calle principal de un pueblo, la cárcel, el alguacil, las pistolas, la cantina, las prostitutas, el galope de los caballos y los inesperados alienígenas. Todos los actores concuerdan en resaltar el fiel recurso de la historia al género del western, porque tiene todos los elementos que caracterizan a este tipo de películas. El Espectador estuvo en la premier europea, donde entrevistó a Harrison Ford.

¿Cuál fue su primera reacción al leer el guión de ‘Cowboys & Aliens’?
No sabía cuál era la intención, cuál era realmente el tono de la película y esa fue mi primera pregunta para el director. Y al final me parece que lo controló muy bien, hay momentos de humor pero sin que el personaje sea consciente de que es gracioso. Y eso me parece interesante.

¿Cree que su personaje de vaquero se conecta de cierta manera con Han Solo e Indiana Jones?
¡No! (de manera catégorica). Mucha gente ve esa conexión, pero para mí eso sería un fracaso, un signo de mi ineficiencia para crear un nuevo personaje. Si recibiera dinero por reciclar personajes del pasado me sentiría humillado.

Pero tienen rasgos en común.
Sí, pero cada personaje existe al servicio de una historia específica que contar. Están creados para eso. Mi responsabilidad no es solamente entretener sino contar la historia a través de ese personaje.

En esta película usted hace el papel de malo. ¿Lo divirtió?
Sí, fue divertido. No me sentí obligado a cargar todo el peso de la película, que es lo que tienen que hacer los protagonistas. Fue interesante interpretar el papel, no solamente porque era un papel diferente y fui villano, sino porque en este personaje había tensiones emocionales que me gustaron, como la relación que tiene con su hijo biológico y su hijo adoptivo. Ahí había una oportunidad de generar sentimientos y eso es lo que más me gusta de las películas: es que la gente está en un cuarto oscuro rodeada de desconocidos y todos están sintiendo el mismo registro emocional. Se impone la humanidad de una manera muy positiva.

Ha tenido papeles que han sido emblemáticos. ¿A veces destapa ese baúl de recuerdos?
Tiendo a vivir en el presente, soy poco nostálgico. Aprecio mucho las oportunidades y la suerte que he tenido en mi carrera, pero estoy más enfocado en hacer lo que he aprendido que en tratar de reconstruir el pasado.

¿Qué huellas dejan en su vida cotidiana sus películas pasadas? ¿Guarda algún tipo de parafernalia?
No, en realidad no. Sólo guardo algunos trajes si me gusta el corte. Aún utilizo vestidos de Air Force One. Por película me pueden hacer seis o siete trajes; si estoy saltando y cayendo, está claro que se destrozan, pero siempre quedan dos en perfecto estado y me los llevo a casa.

Pareciera que usted no se toma en serio su relevancia como actor y como ícono.
No se trata de ser relevante o no. Yo hago un producto y si la gente compra ese producto estoy agradecido, porque me permite seguir haciéndolo. Todo esto es un negocio, es un trabajo y lo hago porque me gusta, pero sobre todo por dinero. Todos necesitamos trabajar para vivir.

¿No le parece que sagas como ‘La guerra de las galaxias’ o ‘Indiana Jones’ son algo más?
Forman parte de la cultura popular... No tengo esas películas en más alta estima que las otras que he hecho. Esas son las que más éxito han tenido y por eso la gente las recuerda tan bien, pero hay otras películas que han sido de igual o de mayor importancia para mí, por motivos personales. Único testigo, por ejemplo.
Se dice que usted nunca va al cine. ¿Por qué?
Nunca alcanzo a lavar los platos a tiempo (risas). Tenemos un hijo de 10 años y no solemos salir sin él. Hay muchas razones, tan sólo estoy creando excusas. La verdad es que hace tiempo tomé la decisión consciente de no ver películas. Cuando era joven y me estaba convirtiendo en actor no las veía porque no quería imitar a nadie, no aprendí viendo a otros actores sino tan sólo adquiriendo experiencia, y por eso quizá me llevó algo más de tiempo aprender. Ahora me estoy construyendo una casa y voy a tener mi propia sala de proyecciones, y por primera vez estoy planteándome ver cine en casa, con amigos, y con mis hijos.

¿Qué hay de sus propios filmes?
Los veo varias veces entre el final del rodaje y su estreno, es mi trabajo. A veces me involucro en la edición, dependiendo del director, y en algunos casos soy productor. Pero una vez estrenados no los suelo ver.

¿Le gusta lo que ve?
Sí, me gusta. Bueno, me resulta insoportable ver alguna de las primeras películas que hice porque estaba tratando de averiguar cómo hacer mi trabajo.

¿Qué implica su trabajo con la edad que tiene?
No tengo las mismas opciones que antes. Nadie quiere ver un romance entre un tipo de 69 años y una actriz joven. Es una etapa diferente, pero tengo la oportunidad ahora de interpretar estos personajes interesantes.

¿Hay algún personaje en particular que busque interpretar?
No busco nada en general ni tengo nada específico en la cabeza. Ni el tipo de película, ni el personaje con el que me gustaría estar involucrado.

¿Qué es lo que menos le gusta de su trabajo?
Las conferencias de prensa. No me siento tan cómodo. Después de días como hoy, en los que no hago más que contar mentiras a la prensa, lo que más necesito es beber una copa.

Nos dijeron que tenía un interés común con Daniel Craig: el whisky.
En efecto. Los dos apreciamos el buen whisky. Single malt.
El Espectador.com

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