El mejor amigo de Oscar Pistorius, Justin Divaris, ha revelado la llamada angustiosa que el atleta sudafricano le hizo a las 3 de la madrugada del pasado 14 de febrero, justo después de disparar mortalmente a su novia, Reeva Steenkamp. «Mi chica... he matado a mi chica... que Dios me lleve», dijo a su amigo el principal sospechoso del asesinato de la modelo, con la que mantenía una relación desde el pasado noviembre.
Divaris, de 27 años ha explicado a «Sunday People» que Pistorius le llamó antes de contactar con los servicios de emergencia y ha relatado cómo tras oír sus desesperadas palabras le preguntó: «¿Qué estás diciendo?». Entonces, el medallista olímpico le explicó: «Ha ocurrido un accidente terrible, he disparado a Reeva».
Tras la desconcertante llamada, el joven acudió hasta la casa del sospechoso, que ya había sido acordonada por la policía. «Oscar estaba detenido en el garaje, pero me dejaron entrar a hablar con él», dice Divaris, que afirma que las palabras del atleta amputado eran «totalmente incoherentes». «Estuve con él diez minutos, y le pregunté qué había sucedido, pero no podía responder y siguió repitiendo lo mismo», afirma.
Justin, empresario del sector de automoción de lujo, se encuentra especialmente afectado por el trágico suceso, puesto que él fue quien presentó a la pareja, según ha asegurado al medio británico. «Era una buena amiga mía también y la mejor amiga de mi novia. No entiendo qué pasó exactamente, pero la verdad saldrá a la luz», ha dicho Justin.
Por otra parte, va cobrando fuerza la idea de que Reeva fuera disparada mientras estaba sentada en el inodoro, e incluso que aún estuviera viva cuando Oscar la bajó en brazos por las escaleras y para tratar de reanimarla. Además, según «Sunday People», esa noche los vecinos de aquel selecto barrio residencial se habían quejado al personal de seguridad de los fuertes ruidos procedentes de la casa de Pistorius.
Abc.es
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