El metro de Estocolmo en Suecia es conocido con el sobrenombre de Tunnelbana y con el paso de los años se ha convertido en una de las mayores atracciones turísticas de Suecia.
Sus más de 100 kilómetros de distancia están decorados con diversas obras de arte entre pinturas, esculturas e instalaciones que juegan con la estructura del lugar.
Desde su inauguración en 1950 se tenía claro que el lugar sería el centro artístico de la ciudad y varios exponentes del arte de esa época se dieron a la tarea de hacer ese sueño realidad. Ahora, viejos, jóvenes, ricos, pobres, mujeres, hombres, todos pueden apreciar el arte por el precio de un viaje en metro.
En la actualidad artistas jóvenes han podido aprovechar este espacio para darse a conocer en la escena artística de Suecia con mayor facilidad.
Sus paredes, que parecen de caverna, presentan las obras de cerca de 150 artistas.
El Espectador
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