martes, 21 de junio de 2011

Plácido Domingo estrena en París ópera sobre Neruda


El tenor español Plácido Domingo cantó parte de la vida y obra del poeta chileno y Nobel de Literatura Pablo Neruda en el estreno en París de "Il Postino", la adaptación a la ópera del aplaudido filme "El cartero de Pablo Neruda", del inglés Michael Radford.

El que también es director de la Ópera de Los Ángeles -y de la de Washington- mantuvo en vilo a la audiencia con su interpretación en español de Neruda y de la relación amistosa que el poeta trabó con el cartero italiano Mario Ruoppolo durante su exilio político a una isla mediterránea, el promontorio rocoso de Cala di Sotto en la versión cinematográfica.

En la obra, Neruda, afincado en la isla con su mujer, Matilde, después de su expulsión de Chile, entabla amistad con el cartero que le trae cada mañana la correspondencia que llega de su país, y le inicia en el arte de la poesía, un arma con la que el italiano pretende conquistar a la bella Beatrice Russo. La ópera prosigue con la vuelta a Chile del poeta y su regreso años después a la isla, donde comprueba que Ruoppolo ha sido asesinado durante una manifestación política.

Una salva de aplausos ininterrumpida de casi diez minutos, en la primera noche de las cuatro funciones programadas en el Théâtre du Châtelet, atestiguaron el entusiasmo que el público francés profesa por uno de los tenores más célebres de la escena operística contemporánea.

La representación fue, al mismo tiempo, una suerte de homenaje a su compositor, el mexicano Daniel Catán, muerto el pasado mes de abril mientras preparaba una nueva ópera basada en una película de Frank Capra.

"Il postino" fue, una noche más, embajador de la lengua española por deseo de Catán, que apostó por ese idioma para revertir su escasa presencia en el género de la ópera, además de subrayar el interés que presenta a la hora de cantar debido a la estructura de sus sílabas.

Con una puesta en escena realista y apoyada por proyecciones fotográficas, Domingo cantó los apacibles días del poeta durante su estancia en el sur de Italia con una lírica que, según pronosticó en una conferencia previa al estreno, era capaz de no dejar "un solo ojo seco en todo el teatro".

Las imágenes cinematográficas que se desprenden de la obra recordaron la voluntad de los productores de "establecer pasarelas entre el cine y la ópera" para abrirse a nuevos públicos, tal y como explicó el director de la ópera parisina, Jean-Luc Choplin, días antes del estreno.

El Théâtre du Châtelet, coproductor de la obra junto con las óperas de Viena y Los Ángeles, donde los cantantes ya cosecharon los vítores del público, espera que el espectáculo viaje próximamente a Madrid, Chile, México o Italia, entre otros países.
No es la primera vez que el tenor español trabaja en lo que definió en el pasado de "experimento" neocinematográfico, puesto que ya protagonizó la versión lírica de "The Fly" (La Mosca), llevada al celuloide por el canadiense David Cronenberg, mientras que en 2009 encarnó a un aplaudido Cyrano de Bergerac.

"La ópera siempre ha estado muy influenciada por el teatro y los libros, ahora le toca a las películas", señalaba en una entrevista reciente Catán, que destacó el cambio en la percepción del tiempo como una de las consecuencias más directas de esa nueva influencia.

Ocho saltos temporales apenas en la primera escena de "Il postino" reflejan esa permeabilidad creciente entre cine y ópera, adujo en esas declaraciones recogidas por la organización, para explicar el ritmo patente de la pieza. Domingo, formado en México y amigo personal de Catán, se mostró visiblemente emocionado al término de la representación, que permanecerá en la ciudad hasta el último día de junio.
EFE

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