A Diosa Canales la vida le cambió en una noche. Fue el 8 de junio cuando la joven de 24 años pasó de ser la chica sensual de los calendarios a la bomba sexy más influyente de Venezuela en los últimos tiempos.
A través del Twitter, Canales despuntó su popularidad como nadie lo había hecho. Un desnudo total la convertiría en la reina de la mencionada red social. Para ese entonces, la exactriz de Venevisión tenía poco más de 4000 seguidores. En solo horas, la cifra superó los 30 mil. Ahora son 471.390 las personas que acompañan a la artista en su transitar por el microblogging.
Muchos la critican, la juzgan, pero sin duda, son más los que la ama e idolatran. Su cuerpo de medidas perfectas es el blanco de los piropos, sin duda, el gancho de toda la fama ganada a base de desnudos y uno que otro intento por brillar en el mundo de la música.
Ella sabe donde está parada. Asume que no es una gran cantante, y que lo suyo es entretener. “Soy una vedette que baila, canta y actúa. Una artista integral”, repite en cada entrevista.
Sin duda, este ha sido su gran año. No lo puede negar. Y es que además de famosa, ahora es una de las personalidades más rentables del espectáculo. Más de 100 presentaciones por todo el país la ubican como el fenómeno del show criollo. Sus ganancias se ven reflejadas en un lujoso apartamento en “El Hatillo” (Caracas), vehículos blindados y una vida de princesa que lleva en Miami para bajar el estrés.
Quitándose la “tanga” y “rompiendo el celofán”, Diosa Canales, el huracán del Twitter, seguirá dando de qué hablar. Tal vez, en su “time line” no habrá ningún contenido educativo, pero sí toda la seducción con la que suele conquistar y atrapar a las multitudes.
La Diosa en cifras:
471 mil personas la siguen en Twitter.
35 mil bolívares cobra por un show de dos horas.
100 mil ejemplares de Playboy se vendieron con su portada.
Panorama
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