La literatura también tiene la capacidad de caminar con tacones agujas por inmaculadas pasarelas. Sus personajes e historias también han permeado la moda. Esta vez el guiño literario apareció en la Semana de la moda de Nueva York y no se trató de la icónica Holly, de Desayuno en Tifanys, de Truman Capote o de alguna alusión a Charles Baudelaire y los poetas malditos que tanto inspiraron a John Galliano a traer de vuelta el estilo dandy. Por estos días una novela del escritor Gabriel García Márquez viste las pasarelas.
La colección otoño-invierno para hombre del hondureño Carlos Campos se inspira en "El amor en los tiempos del cólera", novela que leyó por primera vez en su adolescencia, que ha repasado en varias ocasiones y que le marcó a tal punto que quiso plasmarla de alguna manera en sus prendas. "El libro de García Márquez es una historia de amor muy romántica, de un hombre que espera 50 años para decirle a una mujer que la quiere. Quisimos tomar ese romanticismo y mezclarlo con el realismo, dentro de esa fantasía de la escritura de García Márquez".
Su pasada propuesta para otoño-invierno había también tenido una inspiración literaria: el poema "Oda a las cosas simples", del chileno Pablo Neruda. "Una de las cosas que ha mantenido mi estilo es que mis inspiraciones siempre tienen que ver con lo latino. Me encanta la idea de ser una persona que busca en sí mismo (sus raíces) para presentar lo mejor de sí", destacó el hondureño, de 39 años.
Basándose en la obra del Nobel colombiano, Campos, otro latino que se ha dado a conocer en el competido mundo de la moda en Nueva York, presentó una colección de abrigos, camisas, suéteres y pantalones, de corte clásico, con las terminaciones tipo sastre que le caracterizan y que aprendió de su padre en Honduras.
Campos presentó unos atuendos en los que destacó el dominio de colores tierra, como el terracota, vino, variaciones del crema y azul intenso, "acentuados por el rojo porque es el color del amor, de la pasión, de la sangre".
Algunas camisas tienen estampados de flores y algunos de los pantalones tipo pitillo de esta colección se caracterizan por tener dos colores, el más fuerte, como el azul intenso, en la parte de la cintura, piezas que se complementan con elegantes abrigos, confeccionados en cashmere, lana, seda y poco algodón, "telas que se sienten bien cuando las tocas y que te duran para siempre".
"Creo que esta es la colección más clásica que he hecho, aunque obviamente contiene elementos contemporáneos", indicó Campos, que en 2011 abrió su primera tienda en Nueva York, donde, además de sus diseños para hombres y su línea de zapatos, vende relojes inspirados en sus colecciones y fabricados por la compañía italiana Brera.
Campos, que en 2009 fue un diseñador novel destacado, abrió su primera tienda en Tegucigalpa, en su natal Honduras, a la que le siguió la de Manhattan en donde ahora reposará el universo romántico de Gabo.
El Espectador
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