Se trata de 14 imágenes en blanco y negro captadas entre 1959 y los albores de la década de los sesenta. Han sido vendidas a distintos compradores. En concreto la imagen del Che de pesca fue adquirida por un coleccionista privado radicado en Reino Unido, quien en total ha desembolsado 20.000 euros. También se ha hecho con la foto de Fidel Castro jugando al golf, por la que ha pagado 3.700 euros.
Fuentes de la casa de subastas han asegurado a la BBC que la venta ha desatado mucha expectación hasta el punto de verse "inundados" de llamadas telefónicas de coleccionistas de toda Europa.
Cincuenta años de un icono
Hoy se cumplen 50 años del día en que el fotógrafo cubano tomó un primer plano del Che con su boina de guerrillero y el cabello alborotado, una de las imágenes más reproducidas, veneradas y comercializadas del siglo XX. El 5 de marzo de 1960 el Che, decretado "cubano de nacimiento" por su compañero de armas Fidel Castro, asistía con otros líderes de la revolución recién nacida al funeral de casi 100 víctimas del atentado que sufrió la víspera en el puerto de La Habana el vapor francés La Coubre, cargado de armas.
La prensa cubana recuerda hoy que era un día gris e invernal (en el Caribe significa que la máxima no pasó de 20 grados) y que Korda (1928-001) no se dio cuenta al principio de que su Leika había captado una imagen que recorrería el planeta en portadas de libros, carteles políticos, fachadas de edificios o camisetas de moda. El ahora ex presidente Fidel Castro lanzó aquel día, por primera vez, su no menos famoso "Patria o Muerte", encaramado en una tarima en la que dirigió un encendido discurso a miles de asistentes al funeral-maniestación, con el Che en segundo plano.
Cerca del argentino estaban los intelectuales franceses Jean Paul Sartre y Simone de Beauboir, a quienes perseguía Korda, fotógrafo del periódico Revolución, con el rollo de película a punto de acabarse y un lente de 90 milímetros. Según contaría después Korda, Guevara tenía una mirada tan intensa que lo turbó por unos instantes, pero no tanto como para evitar que tomara enseguida dos instantáneas, vertical una, horizontal la otra, antes de que el Che desapareciera de nuevo tras los personajes de la primera fila.
La foto "no fue concebida, fue intuida", aseguró también Korda, citado hoy por la prensa habanera, y explicó que luego redondeó en el laboratorio el trabajo para resaltar la mirada, recortando del lado izquierdo de la toma horizontal el perfil de otra persona y del derecho la inevitable palmera tropical.
Korda no cobró ni un céntimo por su más difundido retrato, aunque el empresario italiano que reprodujo aquel primer cartel vendió en pocos meses un millón de ejemplares, sin citar al fotógrafo pero si el copyright de su editorial. El colmo de la comercialización de la foto del Che llevó a su autor a demandar en 2000 a la productora de vodka Smirnoff, que la utilizó para una campaña publicitaria. Korda, que tenía entonces 72 años y murió un año después
Fuente: www.elpais.com
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