Para conmemorar las siete décadas que habría cumplido el 9 de octubre, se reeditará su obra solista.
En algún momento de este año, Yoko Ono retornó al punto donde se inició la leyenda. O, si se quiere, al instante donde terminó todo. Luego de años de batallas legales por royalties, contactó al productor Jack Douglas en Nueva York y ambos volvieron a trabajar sobre las canciones de Double fantasy, el disco de 1980 que John Lennon editó 22 días antes de su asesinato y que se convirtió en su testimonio artístico final. La idea era aplicar cirugía mayor a su sonido y remasterizar cada uno de sus temas. "Me vi muy afectada emocionalmente al volver al estudio con esas canciones", confesó Ono en una carta en su web.
También había razones paralelas para conmoverse: mientras trabajaba en el álbum que marcó el regreso musical de su esposo, como un reconvertido padre ejemplar y en la misma ciudad que transformaron en su refugio, las noticias volvieron a situar a su asesino, Mark Chapman, en los titulares. Por sexta vez en una década, un comité le negaba la libertad condicional y, en una declaración frente a los jueces, confesó que tenía a otras celebridades en la mira, pero que eligió al hombre de Imagine por lo fácil que le resultaba acechar el edificio donde residía en Manhattan.
Por instantes, los dos capítulos que alzan el mito de Lennon convivían por igual: su estatura como uno de los nombres más influyentes de la música popular y su muerte en uno de los crímenes más absurdos e impactantes del siglo XX. Casi como una macabra coincidencia, como si su figura volviera a la primera plana en 2010. De algún modo, así será: este 9 de octubre se conmemorarán los 70 años de su nacimiento con un extenso plan de actividades en distintas latitudes.
De hecho, las celebraciones comienzan un par de días antes. El 4 de octubre se inaugurará la campaña global Gimme some truth para estrenar uno de los más ambiciosos rescates discográficos en la trayectoria del ex Beatle. Se trata de una serie de lanzamientos que incluye la remasterización de sus ocho títulos en solitario, con dos versiones de Double fantasy: la original, y la limpia y depurada que intenta realzar la voz del artista por sobre la instrumentación. Además, viene un recopilatorio llamado Power to the people, disponible en disco simple, o en CD más DVD; el box set Gimme some truth, con cuatro compilados temáticos y que trae fotos pocas veces vistas y un librillo con textos; y la colección Signature box, once trabajos que contienen las remasterizaciones solistas, más un álbum con rarezas y un EP con singles que no incluyó en sus discos. Todos estarán disponibles en CD y descarga digital, y a Chile llegarán el 6 de octubre, con precios que van de $9.990, por cada trabajo, hasta $122.990, la colección más voluminosa.
Todo fue remasterizado entre los estudios Abbey Road, de Londres, y los Avatar Studios, de Nueva York, y la iniciativa nació a partir de un telefonazo que los ejecutivos de EMI dieron a Ono a principios de año. "Fue una gran experiencia personal y profesional. Un goce", responde brevemente a La Tercera la artista a través de su web, donde cada semana se abre a contestar interrogantes de personas de todo el mundo, las que van desde su corte de pelo hasta la solución a los conflictos en Oriente. "La tecnología hoy ha avanzado mucho y las nuevas generaciones descubrirán la potencia y todo lo brillante que era la voz de John. Aquí suena muy bien", remata.
Aunque Ono transmite felicidad, no son pocas las web de fans que ya la acusan de explotación comercial póstuma. Ella prefiere responder con una fiesta que integre a todos: el 1 y 2 de octubre llegará hasta el teatro Orpheum, de Los Angeles, para unirse a su hijo, Sean Lennon, y revivir tras 40 años a la Plastic Ono Band, ese colectivo que protagonizó escenas extremas, como ese cóctel de chillidos y aullidos en el Festival de Toronto, en 1969, o que acompañó a su esposo en declaraciones desgarradas, como Mother o God. El evento sumó invitados como Perry Farrell, Iggy Pop y Lady Gaga.
El mismo día 9, la artista plástica se trasladará hasta la isla de Vioey, en Islandia, para encender la Torre de la paz Imagine, levantada en honor al músico hace tres años. El espectáculo se emitirá a través de su web y entregará el premio de la paz John Lennon a distintos activistas. Por su parte, dos de los museos musicales más importantes de EE.UU. estarán consagrados al británico: desde el 4, el museo del Grammy, en Los Angeles, abrirá una exhibición que mostrará casi todas las guitarras del artista; el traje original que usó para el álbum Sgt. Pepper, y una instancia interactiva donde se podrá revivir cómo trabajaba en el estudio. El Salón de la fama del Rock and Roll, en Cleveland, abrirá entre el 8 y el 10 de octubre una cápsula del tiempo que contiene grabaciones de todas las eras de Lennon; imágenes nunca vistas de The Beatles; y una gigantesca tarjeta de cumpleaños.
Liverpool, la ciudad donde nació, tampoco se marginó (pese a que nunca más retornó tras su mudanza a Nueva York). El 9 se inaugurarán una serie de festividades que se extenderán por dos meses y que incluyen un cumpleaños con bandas tributo en el Cavern Club, donde The Beatles dio sus primeros pasos, y shows masivos en el Echo Arena. Todo culminará el 8 de diciembre, día que conmemora los 30 años de su crimen. El día en que, definitivamente, comenzó su leyenda.
La Tercera.com
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