En clara contra-tendencia a lo visto hasta ahora en la Semana de la Moda Masculina de Milán, la firma italiana Gucci dio la "campanada" al desvelar que, para el próximo otoño-invierno, apuesta por la vuelta a los años 70, con pantalones que se ensanchan -de nuevo- de rodilla para abajo.
La casa de moda italiana, a la que no da puntada sin hilo la diseñadora Frida Giannini, se hizo notar este lunes en la pasarela de Milán en una tercera y penúltima jornada de muchos nombres conocidos, entre ellos el de Versace y la siempre osada colección de la línea joven de Dolce & Gabbana, D&G.
Negros, marrones, ocres y grises se combinan con todo tipo de prendas llenas de elegancia y largas, muy largas, para protagonizar la colección de Gucci, en la que el hombre, según Giannini, debe recuperar al inspiración de un "dandy" que pisa con mucho garbo por los aeropuertos del mundo.
"Querría encontrarme a hombres vestidos así. Desafortunadamente hoy faltan iconos de elegancia que permanezcan en nuestras mentes como los de los años 70" del siglo pasado, afirmó la propia Giannini a los periodistas en Milán, en el primer desfile del año en el que Gucci celebra su 90 aniversario.
Fruto de ese lamento es esta colección que apuesta por unos pantalones ligeramente "acampanados" y en la que -sobre todo en los abrigos- también pueden verse toques de piel, el nexo común que hasta ahora han mostrado la mayoría de firmas de moda que desde el pasado sábado han desfilado por la capital lombarda.
Chaquetones largos y grandes bolsos de viaje en piel, con una estética que recuerda a la del filme italiano "Vallanzasca - Gli angeli del male", uno de los últimos trabajos de la actriz española Paz Vega, presentado en el último Festival de Venecia (ahora en cartelera en Italia) y que versa sobre la vida de un peligroso delincuente milanés de los años 60 y 70.
En los pies, el hombre Gucci lleva zapatos mocasines o botas, parcialmente ocultos por esos bajos de pantalones de amplio volumen que parecen darle una patada a la rectitud e, incluso, al pitillo de las últimas temporadas.
Ya de vuelta al terreno de los pantalones ceñidos a la pierna, Versace ofreció en Milán una nueva ración de elegancia y sobriedad con el color negro como hilo conductor, un tono que ha de combinarse, sobre todo, con azules eléctricos.
El hombre del próximo otoño-invierno para Versace podrá lucir jerséis que se prolonguen más allá de su cintura, así como largas gabardinas y "blazers", sin olvidar los trajes de chaqueta oscuros.
Por su parte, Dolce & Gabbana, quienes ya desfilaron el sábado, volvieron este lunes a la Semana de la Moda de Milán con su colección D&G, una atrevida apuesta por los colores y por una conocida marca de refrescos, que se publicita en la mayoría de prendas que propone la casa italiana.
Bajo la música del tema "Barbra Streisand" de los Duck Sauce, D&G demostró que lo suyo sigue siendo el pantalón pitillo, muchos colores y, esta vez, el jersey que se superpone a las camisas con corbatas, todo inspirado en el rapero estadounidense Pharrell Williams.
Hoy hubo también tiempo para el deporte: mientras Moschino apostó por la inspiración del rugby para su colección, el belga Dirk Bikkembergs propuso cómodas prendas propias del remo.
El británico John Richmond, por su parte, prefiere el movimiento "post punk" para su colección, inspirada por los músicos David Bowie, Ian Curtis y Marilyn Manson, y así lo demostró sobre una pasarela de Milán que mañana echará el cierre con, entre otros, Giorgio Armani y Dsquared2.
EFE
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