Los Globos de Oro se saldaron con el gran triunfo de "The Social Network" en una gala previsible pero trufada con momentos de irreverencia por parte del presentador Ricky Gervais y de Robert De Niro, galardonado con un premio a su carrera profesional.
El británico disparó con bala desde el comienzo. Si el año pasado ya llamó la atención con su apuesta políticamente incorrecta y bromas a costa de Mel Gibson o Paul McCartney, esta vez decidió romper cualquier barrera para no dejar títere con cabeza.
Su primer objetivo: Charlie Sheen. "Va a ser una noche de fiesta y mucho alcohol, o lo que sería el desayuno para Charlie Sheen", espetó el británico. Después fue el turno para Cher. "¿Llevar a alguien a un concierto de Cher es un soborno? ¿La queréis ir a ver? No. ¿Por qué? Porque no estamos en 1975", lanzó el británico.
Además tocó frontalmente el escándalo de los posibles sobornos a miembros de la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA, en inglés), entidad que organiza estos premios, y vapuleó a "The Tourist", el filme protagonizado por Johnny Depp y Angelina Jolie.
"Parece que todo este año era en tres dimensiones, excepto los personajes de 'The Tourist'", afirmó Gervais, copa en mano, ante la mirada entre cómplice y temerosa de Depp.
"Me siento mal por esa broma. Os diré por qué. No he visto la película, ¿pero quién lo ha hecho? Debe ser buena porque está nominada, así que callaros, ¿vale?", prosiguió entre las carcajadas del público, a veces mezcladas con murmullos incómodos.
En sus discursos también atacó al fundador de Playboy, Hugh Hefner, a quien tildó de "muerto viviente", en alusión a la serie de AMC "The Walking Dead", llevó a cabo una broma sobre la supuesta homosexualidad de un conocido miembro de la Iglesia de la Cienciología, en una posible referencia a John Travolta o Tom Cruise, y dijo que Bruce Willis era "el padre de Ashton Kutcher".
Llegado el turno de presentar la mejor película extranjera, apostilló: "Esa categoría a la que nadie le importa en EEUU".
Durante la ceremonia desfilaron numerosos presentadores, entre ellos Eva Longoria (que a punto estuvo de caerse sobre el escenario), Milla Jovovich, Jennifer López, Justin Bieber, Sylvester Stallone, Jane Fonda, Jeremy Irons, Vanessa Williams, Megan Fox, Halle Berry, Jeff Bridges o Tom Hanks.
Por su parte De Niro, homenajeado con el premio Cecil B. DeMille por su contribución a la industria del espectáculo, también dedicó una pulla a los miembros de la HFPA por el supuesto caso de soborno en los votos.
"Antes de esta gala fueron deportados muchos de los votantes, junto a la mayoría de los camareros y Javier Bardem", dijo en referencia a la polémica política migratoria del país y a la ausencia del actor español en la gala.
Destacó también la pícara introducción de Robert Downey Jr. de las candidatas a mejor actriz de comedia y la dedicatoria de Annette Bening a su esposo, "el ganador del Globo de Oro de 1962 de mejor actor de promesa: Warren Beatty".
Asimismo Christian Bale dijo que su larga cabellera se debía "al desempleo", ya que no ha rodado nada desde "The Fighter", aunque en unos meses comenzará la producción del nuevo Batman, de Christopher Nolan. Y Al Pacino afirmó que "no volvería a rodar" alguna de sus películas, sino que "preferiría no haberla hecho nunca". Michael Douglas, una vez superado su cáncer de garganta, puso de acuerdo al público, que le recibió con un cálido y cerrado aplauso en la recta final de la gala.
"Espero que haya una manera más sencilla de lograr una ovación en pie", afirmó el actor, que dio paso al premio de mejor película de drama, obtenido por "The Social Network".
Y, como colofón, Gervais reapareció. Provocador hasta el último suspiro: "Gracias a Dios por hacerme ateo".
El Espectador.com
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