El público no paró de cantar, saltar y dar palmas para acompañar al "almeriense más internacional" durante las más de dos horas que duró la actuación.
El concierto contó con un repertorio de más de una veintena de canciones, entre las que hubo baladas emocionadas, como "Mi princesa" o "Sueño de vida", y temas vibrantes y movidos, como "Sigo esclavo de sus besos", "Oye el bum", "Sufrirás", "Bulería" y "Ave María", una de las más celebradas por el público.
La salida del artista al escenario se retrasó unos quince minutos, ante la necesidad de secar el escenario y el cableado por la lluvia que cayó por la tarde, y que, por suerte, cesó una hora antes del concierto.
Antes del inicio de la actuación, el público ya dejó claro que estaba dispuesto a pasar un buen rato y comenzó a hacer la ola, aplaudir y corear el nombre de Bisbal.
La histeria se desató en el momento de la aparición del cantante, que escogió "Sin Mirar Atrás", título que da nombre a su último álbum y a la gira, y justo a continuación "Sigo esclavo de sus besos" para meterse a la gente en el bolsillo desde el primer momento
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