La obrita yació abandonada con su marco suntuoso en un almacén de la Galería Estense de Módena durante largos años; ahora, gracias a la intuición del superintendente interino de la ciudad, Mario Scalini, que apreció varios elementos "troppo rafaelescos como para que fuera una mera copia", la tecnología ha confirmado el hallazgo: la mano del 'divino' Rafael pintó esa cara dulce, rosada y vagamente sensual que parece de porcelana.
El rostro, pintado sobre una tabla de 35 x 30 centímetros, es según Scalini un fragmento de una versión inicial de la Madonna della Perla, y Rafael lo pintó entre 1518 y el año de su muerte, 1520.
El erudito ha explicado que el primer indicio que le hizo pensar que ese primerísimo plano era algo más que un duplicado fue el "finísimo" trazo del dibujo. "Aunque lo que me puso sobre el camino cierto fue el marco, un soberbia pieza de museo del siglo XVI que nunca se habría utilizado si la pintura hubiese sido de poca calidad".
La restauradora Lisa Venerosi, coordinadora de los análisis científicos, descubrió que la pintura fue retocada varias veces entre el XVII y el XIX, lo que indica que fue "muy valorada" en el pasado. Las pruebas efectuadas en Art-Test (técnica óptica no invasiva con rayos ultravioleta, infrarrojos y radiografías de alta definición) han permitido obtener "un diagnóstico amplio y certero", explica Luciano Marras, uno de los dos socios de este laboratorio privado florentino.
Los análisis han revelado que las restauraciones "endulzaron el óvalo de la mujer para hacerla más afín a los gustos de las sucesivas épocas, y han permitido "hallar el dibujo original de Rafael, que encuadró la cabeza de la virgen dentro de un triángulo", explica Marras.
"Las pruebas han costado pocos miles de euros y un solo día de trabajo", añade. "No hemos tocado la pintura pero ha sido una gran satisfacción certificar la autoría". Su estudio, abierto desde 2006, 'resucitó' también hace unos meses un San Jerónimo de Caravaggio, en poder de un coleccionista maltés, en el que muy pocos expertos creían.
Scalini ha bautizado el cuadro del Sanzio como la Perla de Módena tras cotejar que en el inventario de la Quadreria Estense del Palacio Ducal (la galería de arte de la familia Este), elaborado en 1663, figuraba un "retrato de mujer" atribuido a Rafael que nunca se encontró y debería ser éste.
La investigación ha concluido también que, a la muerte de Rafael, su discípulo Giulio Romano retocó la pintura. "De hecho", concluye Scalini, "la tabla es un fragmento que sobrevivió de la primera versión de la Perla del Prado, que muchos expertos atribuyen hoy a Romano y no a Rafael". Scalini ha dicho hoy a Il Corriere Della Sera que el día 27 presentará la obra en Módena y que después el superintendente viajará a Madrid para pedir a El Prado en préstamo La virgen de la perla con el fin de exponer las dos obras juntas.
Considerado el mejor pintor de la historia, Rafael fue descrito por Vassari como modesto, bueno, excelente y gracioso "no solo en el arte sino también en las costumbres". Su epitafio en pareado, debido a Pietro Bembo, fue esculpido en latín sobre la tumba del Sanzio en el Panteón de Roma, y dice, más o menos, esto: "Aquí yace aquel famoso Rafael, del cual la naturaleza temió ser conquistada mientras él vivió, y cuando murió creyó morir con él".
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