En 1966, los Beatles habían tomado la determinación de dejar los escenarios para centrarse en su trabajo de estudio.
Sin embargo, dos años después, y tras la tortuosa grabación del disco conocido como ‘El álbum blanco', McCartney comenzó a gestar un proyecto que inicialmente se llamó ‘Get Back' y que buscaba la vuelta de la banda a sus orígenes.
La idea de McCartney consistía en la preparación de nuevos temas que se pudieran presentar al público sobre los escenarios, en directo, y la filmación de todo el trabajo para una película.
Los Beatles se pusieron en marcha, pero los problemas que habían dificultado el trabajo durante la grabación de ‘El Álbum Blanco' no tardaron en resurgir.
La presencia de la pareja de John Lennon, Yoko Ono, en el estudio de grabación, la muerte del manager del grupo desde sus inicios, Brian Epstein, que dejó a los Beatles sin representación ni liderazgo, y el individualismo cada vez más acusado de todos los miembros de la banda hicieron de la grabación de ‘Get Back' una "experiencia desagradable", tal y como la describió George Martin, el productor de los de Liverpool,
Lennon y McCartney habían perdido el interés por componer juntos y el ambiente estaba tan cargado que Harrison abandonó la banda durante diez días.
Sólo la presencia del teclista Billy Preston, que se unió a la grabación de algunos temas, consiguió calmar los ánimos durante un tiempo.
Sin embargo, en la película resultante de la filmación de las sesiones de estudio quedaba patente que McCartney, Lennon, Harrison y Starr ya no funcionaban como banda.
El proyecto se abandonó temporalmente por la grabación de ‘Abbey Road' y no se retomó hasta principios de 1970 de la mano del productor estadounidense Phil Spector, conocido por su característico muro de sonido.
Después de barajar otros escenarios como una barca en el Támesis o el desierto de Túnez, los Beatles dieron un concierto, el último de su carrera como conjunto, en la azotea del edificio de Apple Corps en el número 3 de Savile Row, la calle de los sastres a medida de Londres, para presentar ‘Let it be'.
En el estudio, Spector añadió al material grabado un año antes fondos orquestales y coros. El disco resultante, el único no producido por George Martin, no agradó a McCartney, que había concebido el proyecto como un álbum con sonido en directo.
Fuente: www.elespectador.com
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